La teoría de la Gaia por James Lovelock, inspirada en el Movimiento Verde. Mientras que las energías fósiles le cuestan la vida, literalmente, a la tierra, el dice que la energía nuclear puede ser la salvación. Reporte de Tim Radford.
por Tim Radford (para el Guardián)
La vida no es simplemente una fuerza del bien, si no que es una fuerza para un bien propio a si misma. La vida tiene su propia manera de manejar las cosas para generar más vida. Y, por supuesto, haciendo esto, la vida maneja al planeta entero. Produce la atmósfera para respirar, el agua para beber, la comida para alimentarse y luego recicla el desperdicio. Secuestra la luz del sol y la pasa alrededor al próximo usuario en forma digestiva .Después de eso, se dispone ella misma directamente como un nutriente para alguna otra criatura, o indirectamente como una estrato de fosfato, o una capa de cal o un fósil de granito, o como energía para consumir un billón de anos mas tarde.
A principios de este mes, científicos austriacos detectaron bacterias viviendo confortablemente en altas nubes, reproduciéndose y, algunos piensan que, sirviendo al mundo al actuar como fabricantes de lluvias, ya que operan como semillas alrededor de las cuales el vapor se puede convertir en gotas de lluvia.
Pero este paradisíaco anfitrión de vida no sorprendió a nadie. Ha estado apareciendo vida en los sitios más improbables durante años. Gente que ha dragado una milla de profundidad en las plataformas submarinas ha encontrado microbios viviendo con una dieta a base de calor y rocas. Exploradores submarinos han encontrado grandes colonias de extrañas criaturas asolándose con alguna especie de químico cornucopia en el fondo de las profundidades del océano, muy lejos del sol. Microbios han sido encontrados en flujos de ácidos, en lagos de soda, bajo las respiraciones de los volcanes, y en la superficie inferior de los hielos polares, organizando el planeta por el resto de la creación.
¿Pudieron ponerse un poco caliente las cosas cuando los niveles de dióxido de carbono se acumularon peligrosamente en el amanecer del Eoceno, hace 55m de años? No temáis. La unidad de urgencias estaba atenta. Un equipo Anglo-Americano de científicos divulgó el jueves que floreció el plancton, los océanos se hicieron jardines y con codicia absorbió el exceso de carbón, refrescando el mundo del invernadero a los niveles aceptables. No por la primera vez, ni por última, la biosfera se había ganado el desafío, y se había ajustado a si misma.
Han pasado más de 30 años desde que James Lovelock, un químico independiente con experiencia en investigación medica con un don para los detectores de sensibilidad, trabajo para la Nasa en el programa de exploración de Marte. Mientras hacia eso, comenzó a formar su idea de que la biosfera es una entidad autorregulada de vida, y que el planeta es una especie de organismo sensitivo, sensitivo no a una forma particular de vida, si no simplemente a principio de vida. Lo llamo la Teoría de la Gaia. El novelista, William Holding, su vecino y amigo, le sugirió el nombre. Gaia es la diosa de la tierra, la Madre Naturaleza griega.
Emotivamente, Lovelock cuenta en su último libro que originalmente Golding había sugerido llamarlo la Teoría de Gyre, en nombre de que los gyres o los vortexes que conducen el océano y la circulación atmosférica. La idea de la Gaia cautivo la imaginación de la gente por todas partes. Gaia es como una clase de metáfora válida para una sutil lección de fisiología del planeta. Pero la Gaia se convirtió en realidad también, para los verdes específicamente, quienes se inclinaron a su misticismo. A Lovelock no le importa. Él también encuentra cosas maravillosas en la Gaia. Un científico muy destacado, de quien no recuerdo el nombre, me dijo cuando era bastante joven que la única cosa que uno tiene que guardar durante toda su vida hasta que envejece es la capacidad de asombro infantil, y una vez que se pierde esto, se tiene que dejar de hacer ciencia él dice.
Simpatiza con los verdes individualmente, pero lo que no tiene es mucha paciencia con el pensamiento verde, en particular con la actitud verde hacia la energía nuclear. Poniendo de lado el pequeño problema del gobierno Británico con los precios del combustible, los combustibles fósiles le están costando literalmente la vida a la tierra y mientras tanto los activistas verdes rechazan la única solución viable al gran problema de cómo abastecer de energía económicamente sin dañar la biosfera contaminándola con gases de efecto invernadero.
La solución, dice Lovelock, que es ecológicamente limpia y prolija pero tiene muy mala prensa, es la energía nuclear. Puedo predecir que en algún lugar en el año 2050, cuando el efecto invernadero realmente comience a afectarnos, y la gente comience a mirar para atrás, preguntando de quien fue la culpa se encontraran culpando a los verdes diciendo: si esa maldita gente no hubiese evitado que construyamos centrales nucleares ahora esto no seria un caos. Y pienso que es verdad. Los verdaderos peligros a la humanidad y el ecosistema de la tierra por la energía nuclear son casi insignificantes. Se obtienen cosas como Chernobyl ¿pero qué sucedió? Treinta valientes bomberos murieron, que no era necesario que mueran, pero el efecto general sobre la población mundial es casi insignificante. ¿Qué le sucedió a la vida silvestre? Todo alrededor de Chernobyl, donde no se les permite el ingreso a las personas ya que el suelo es demasiado radioactivo, bueno, digamos que a la vida silvestre no le interesa la radioactividad. Ha renacido y es uno de los ecosistemas más ricos de la región. Y después dicen: ¿Qué hacemos con los desechos nucleares? Lovelock tiene una respuesta para eso también. Métanlos en algún precioso lugar silvestre, dice. Si quieren preservar la biodiversidad de la selva, tiren pedacitos de desechos nucleares dentro de ella así mantendrán a los urbanizadores fuera. La duración de la vida silvestre puede que se acorte solo un poco, pero los animales no se enteraran, y ni les va a interesar. El proceso de selección natural se encargara de las mutaciones. Y la vida continuara.
"Le he dicho a la BNFL, o a quien sea que haya sido, que yo felizmente tomaría la carga entera de una de sus grandes centrales. Creo que el desperdicio de alto nivel es un cubo de acero inoxidable de la medida de 1 metro cúbico y yo estaría muy feliz de hacer un pozo de cemento yo no lo cavaría- y podrían meterlo ahí. El dice que usaría los desperdicios para dos propósitos. Uno seria calefacción de su hogar. Tendría calefacción gratis para su casa. Y la otra seria para esterilizar las cosas del supermercado, el pollo y otros con salmonera. Solamente hagan el pozo y póngalo. No estoy siendo gracioso. Es en serio dice Y serán muy bienvenidos a sacarles fotos a mis nietos sentados sobre el pozo.
Lovelock se describe a si mismo como un excéntrico, y radical, y disfruta ser miembro de este raro escuadrón. La teoría de la Gaia ha sido un enorme placer para algunos, y una enorme provocación para otros. También hundió a Lovelock en una guerra de metáforas. La mayoría de las batallas fueron con los biólogos, quienes defendían unas metáforas diferentes. Algunos, científicos, por ejemplo, llaman a la Tierra el planeta Goldilocks, porque Venus, lo suficientemente caliente como para derretir el plomo, era demasiado caluroso y Marte, con su desierto congelado, era demasiado frió, pero la Tierra era ideal para la vida misma. Entonces desde su punto de vista, el planeta maneja la vida, y no al contrario.
Otro grupo piensa en la plenitud y la riqueza del planeta como el resultado de los genes egoístas, compitiendo desesperadamente para duplicarse ellos mismos. Entonces para ellos, la vida es una batalla de posesión más que una invitación al baile. Y con ellos viene Lovelock, un no-biólogo que propone algo desconcertante: que la Tierra es ideal para el desarrollo de la vida, porque la vida la hizo así. La batalla era enérgica, porque la vida es el gran misterio. Hay tres grandes historias que la ciencia tiene que contar: una es aquella de donde viene el universo, otra es de donde viene la vida, y la tercera es de donde vienen los humanos. La primera y la última están siendo resueltas ahora mismo. Los cosmólogos, piensan, por ejemplo, que tienen la historia de la creación correcta, excepto por la primera 1,0000ava de segundo. Antropólogos han llegado a un consenso que los humanos modernos emergieron en África cerca de 250.000 años atrás, los últimos y únicos sobrevivientes de la línea de los homínido.
Pero el origen de la vida es un rompecabezas. Piense en él como una clase de reconstrucción de un misterioso asesinato. La reconstrucción sucede en una habitación cerrada dentro de un extraño mundo 3.4 billones de anos atrás. No hay escenario sobreviviente. No hay huellas ni pistas desparramadas. Las evidencias fueron destruidas por las mismas criaturas que emergieron de los experimentos originales transformándose de químicos sin vida, a químicos con vida. Cualesquiera que hayan sido las condiciones que hicieron la vida posible, estas fueron rápidamente borradas por acción de la vida misma. El último antecesor común sobreviviente fue eliminando todas las oportunidades de los nuevos rivales emergentes.
La vida llego al planeta con una atmósfera de dióxido de carbón, comenzó a alterarla, produciendo un peligroso desperdicio, un gas reactivo llamado oxigeno que habría podido acabar con el experimento por completo. Entonces el próximo paso de la vida y la Gaia- fue balancear el conjunto de criaturas que consumían oxigeno y expiraban dióxido de carbón. Pero una vez que fue hecho eso, la atmósfera original desapareció, y el agua y los ciclos nitrógenos estaban borrando toda evidencia que se habría podido dejar en las rocas.
Lovelock comenzó a pensar en estas cosas tres décadas atrás cuando trabajo en la NASA buscando evidencia de vida en otro planeta. Propuso que era posible notar que la tierra estaba vida desde millones de millas de distancia. Su química atmosférica gritaba vida. Propuso que los instrumentos de prueba de los años 70 de Marte podían probar la presencia de vida en la Tierra al detectar un desequilibrio en la dinámica atmosférica.
Si hubiera habido vida en Marte, habría sido un planeta muy distinto. La atmósfera de Marte tiene un 98% de dióxido de carbón y es muy estable. Venus tiene un 98% de dióxido de carbón y es un asqueroso ejemplo de los efectos de invernadero. La Tierra sin duda comenzó con un 98% de dióxido de carbono también, pero la atmósfera de hoy es una mezcla inflamable de oxigeno y nitrógeno reactivo con solo un toque de dióxido de carbón, y algo esta definitivamente manteniendo esta mezcla explosiva en su lugar.
Lovelock dice que la NASA ignoro su propuesta en ese momento pero las futuras búsquedas de vida en planetas afuera del sistema solar están basadas completamente en los principios de Lovelock. En algún momento futuro, flotas de cohetes espaciales trabajando al unísono se enfocaran en pequeños reflejos de luz de estrellas emparentadas, buscando rastros espectrales de gases como el oxigeno y el vapor de agua con metano.
No podríamos imaginar el oxigeno y el metano sobreviviendo juntos por mucho tiempo en la misma atmósfera. Si llegáramos a percibir una pizca de esto desde un planeta a 30 años luz de distancia uno se comenzaría a preguntar. Si hay mucho metano, el oxigeno no se incrementa por accidente. Entonces se debe postular un proceso en la superficie que produzca gigatones si no teratones de ambos gases todo el tiempo y no solo eso si no que los regula, porque si no se regulan se correría el riesgo de producir una atmósfera inflamable o algo por el estilo. Para que después haya pruebas conclusivas sobre la existencia de vida dice.
El entusiasmo norteamericano por la posibilidad de existencia de vida en Marte le divierte. Pienso que es todo parte de la mentalidad fronteriza de los norteamericanos. Marte es el destino final, podemos ir para allá cuando hayamos destruido la Tierra. Tenemos la tecnología podemos arreglarlo. La leyenda nacional norteamericana esta bastante empatada con Star Trek (Viaje a las Estrellas) y si uno asiste a las reuniones científicas puede escuchar metáforas de Star Trek marchando alrededor todo el tiempo, y deja de ser historietas y ficción, para ellos pasa a ser realidad y hay un gran peligro es su pensamiento.
Lovelock tiene ahora 81 años. El y su esposa Sandy- su primera mujer Helen, la madre de sus hijos, murió después de una larga enfermedad-han completado la caminata de 600 millas costeras desde Poole, Dorset hasta Minehead, Somerset. Ha tenido una larga carrera como científico independiente y dice que las grandes corporaciones no son para el, aunque felizmente les vendería sus inventos. No le interesa la ciencia manejada por grandes corporaciones. Vive en una idílica esquina de Devon, en 14hectareas donde planto 25,000 árboles.
El piensa a largo plazo en los problemas ambiéntales, dice. No esta preocupado por las amenazas de los agroquímicos, químicos industriales o PCBs como lo hace Greenpeace y los Amigos de la Tierra. Un químico desde el principio, según la encuesta Sociedad Royal de Química, vive mucho más que cualquier otro científico. El gran problema para la tierra, dice, son las personas: hay demasiadas, viviendo demasiado bien y quemando demasiado combustible. Son las personas las que cuentan y el único mensaje que les daría es que paren de preocuparse, y paren de buscar chivos expiatorios, son las personas las únicas culpables de la condición de la Tierra. Soy yo, es usted, somos todos los culpables y si vamos a hacer algo al respecto debemos abordarlo individualmente, no esperar a que alguien más se encargue de nuestra carga y lo haga. Si usted es una ama de casa en Balham, usted probablemente no este haciendo ni remotamente cerca el mismo daño al planeta que los urbanos y suburbanos que viven cerca de aquí, usando sus automóviles totalmente innecesarios en gigantescos números de viajes y quemando mucho mas combustible. Cuanto mas dinero tienes, mas daño puedes hacer.
Su nuevo libro es un himno a la ciencia, y a la Gaia y los otros grandes generadores de ideas, y a las fuerzas que hicieron que el eligiese nadar contra la corriente, que siguiese siendo independiente y libre para seguir sus instintos. El creció con principios cuáqueros y se convirtió en un objetor concienzudo en la segunda guerra mundial. Estuvo 20 años en el Instituto Nacional Investigación Medica de en Mill Hill, un laboratorio con mas de 100 científicos y 6 ganadores del premio Nóbel, y luego comenzó a hacer lo que a él mas le gustaba, usualmente divisando instrumentos para grandes compañías o para Nasa o el Ministerio de Defensa.
Él construyo un detector tan sensitivo que podía rastrear concentraciones aparentemente ínfimas de clorurofluocarbonos en la atmósfera. Es conocido su cometario donde advirtió que los niveles tan bajos de estos gases no producían daño. Tendría que haber especificado que no producían daño toxico. Estos fueron, por supuesto, los gases que destruyeron la capa de ozono. El piensa que los peligros para el planeta son el efecto invernadero y la proliferación de la raza humana. Los humanos, solamente por su abundancia, y sus demandas económicas, han empezado a afectar la biodiversidad tan furiosamente que puede ser que un día la Gaia no pueda reponerse y ajustar las condiciones para asegurar su propia supremacía. La regulación planetaria puede no ser lo suficientemente eficiente.
En ese sentido, la biodiversidad era una suerte de seguro, que certificaba la supervivencia de la vida a las catástrofes - desde el espacio exterior o desde los volcanes- que han interrumpido seriamente la evolución por lo menos cinco veces en los últimos 600m años. Mientras tanto, los seres humanos podían tener lo que se merecían de manera mundana pero inesperada. Cada algunos cientos de años o menos, hay una desastre geográfico natural, como un volcán. Tambora fue el último, en 1815, y el anterior a ese fue Laki en 1783. Ambos dos se siguieron de dos años sin ningún tipo de cosecha. En esos tiempos las personas sobrevivieron. Hubo hambrunas pero las personas sobrevivieron. ¿Que pasaría ahora? Se pregunta. Estaba hablando antes de que los piqueteros británicos comenzaran con su bloqueo al combustible, y antes de que los consumidores en pánico vaciaran los estantes de los supermercados. El ya lo decía mucho antes de que se filtrara la información de que el gobierno ingles estaba investigando la posibilidad de una futura colisión con un gran esteroide, un evento que hubiese oscurecido el cielo, hecho temblar los continentes, terminado con la agricultura y ciertamente arrasar con los estantes de los supermercados alrededor de todo el mundo.
Simplemente estaba hablando a largo plazo. ¿Dos años sin cosechas? Esto probablemente acabaría con la civilización. Si, las personas sobrevivirían. Esto realmente nos reduciría, y estas son las cosas para las que nunca se esta preparado realmente. No es un veneno ecológico o la comida GM o la energía nuclear lo que nos matara, será un evento natural perfectamente ordinario.
Fuentes: Guardián-16 sept 2000 - Traducción: Maria José Maquieira
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